El comité de política monetaria del Banco de Inglaterra (BoE) ha dejado los tipos de interés en el 5,25%, al votar positivamente el 7 de febrero de 2008 por una rebaja de un cuarto de punto.
El 10 de enero se decidió dejarlos estables ya que las perspectivas de inflación a corto plazo habían empeorado de forma considerable.
Esta vez la decisión frente a la disyuntiva entre bajar el precio del dinero para luchar contra la posible desaceleración del crecimiento económico de Reino Unido o mantenerlo para no correr el riesgo de favorecer procesos inflacionistas, se ha decantado por la primera opción y se ha rebajado los tipos de interés.
Este medida dista mucho de la adoptada en las últimas semanas por la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) consistente en dos rebajas contundentes y consecutivas de los tipos de interés, concretamente de tres y de dos cuartos de punto.
A pesar de los descensos aplicados por el BoE y Fed, el Banco Central Europeo (BCE) se mantiene firme en su decisión de mantener los tipos de interés en el 4% dada su preocupación por el repunte importante de la inflación en los últimos meses.