La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) con sede en Viena (Austria), es una organización internacional que fue creada en agosto de 1960 por 13 de los países exportadores de petróleo ante el descontento por la bajada oficial de este, por parte de las petroleras internacionales.
Las naciones productoras tratan de que sean defendidos sus intereses a través de la OPEP, que busca unificar y coordinar las políticas petroleras de los países que la integran. La iniciativa de crear la organización fue del ministro venezolano de Energía y Minas Juan Pablo Pérez Alfonso y el ministro de Petróleo y Recursos Minerales de Arabia Saudita llamado Abdallah Tariki. Se buscaba defender los precios del crudo y evitar el malgaste económico del petróleo siendo un recurso que se agota y no puede renovarse.
En los estatutos de la OPEP podemos leer su objetivo que es el de coordinar y unificar las políticas petroleras entre los países miembros, con el fin de garantizar unos precios justos y estables para los productores de petróleo, el abastecimiento eficiente, económico y regular de petróleo a los países consumidores y un rendimiento justo del capital de los inversores.
En palabras menos grandilocuentes el fin que tiene la OPEP es el de influir en los precios del petróleo controlando los niveles de producción, consiguiendo así mayor rendimiento económico, De esta manera, cuando se lo propone, desboca o dispara los precios del crudo.
La OPEP está integrado por doce países miembros. Cinco son los fundadores: Arabia Saudí, Iraq, Irán, Kuwait y Venezuela . Siete se han ido integrando a la organización: Ecuador, Qatar, Indonesia, Emiratos Árabes Unidos, Nigeria, Angola y Argelia.
También están países que siendo productores de petróleo actúan como observadores ya que de forma regular acuden a las reuniones de la OPEP, siendo Sudán, Kazakhstán, Omán , Egipto y México, Noruega, Rusia. Algunos de estos países aunque no sean miembros de la organización colaboran con el objetivo de subir los precios.
Los estados miembros son los dueños del 75% de las existencias de crudo en nuestro planeta, y son los suministradores del 43% del petróleo mundial aproximadamente.
Países importantes como Gran Bretaña y Estados Unidos, siendo productores de crudo tomaron la decisión de no entrar en la organización y no venden el petróleo a través de ella.
Muchas veces la organización tratando de cumplir con los objetivos para los que fue creada, se encuentra con problemas derivados de diferentes intereses y circunstancias particulares de los estados miembros. Los países que cuentan con pequeñas reservas de petróleo, o los que tienen pocos recursos alternativos y mucha población como Irán y Niegeria, o los que tienen un crudo de primera calidad como Argelia y Libia, tratan de conseguir precios más altos en la venta del petróleo.
La economía de muchos de los países miembros depende casi exclusivamente de la exportación del petróleo, por lo que una bajada en las tarifas constituiría una grave crisis económica para ellos. En este sentido, no habría que verlos como países ambiciosos sino como países que tratan de protegerse de la muy delicada situación en la que se encontrarían si les fallara su principal recurso económico. Por otra parte, países con gigantescas reservas de crudo y poblaciones pequeñas como es el caso de Arabia Saudí y Kuwait tratan de mirar con punto de vista más enfocado al largo plazo y no desean elevar excesivamente los precios para evitar que se pongan en marcha o se actúe con mayor celeridad en la investigación, desarrollo y avance de nuevas tecnologías y energías alternativas como la eólica, la geotérmica y la solar.